martes, 31 de agosto de 2010

Bailad, malditos

Me he desayunado con la detención de "La Barbie", Edgar Valdéz Villarreal, destacado narcotraficante mexicano. La información se me atragantó por la sorpresa (feliz, aclaro) ofrecida en las noticias tempraneras de la cadena española de televisión Cuatro.

Además de esta noticia, han contado otras dos más sobre la guerra contra el narco que se viene librando en México hace ya demasiado años.

La espiral de locura y violencia en la que está inmerso el país, por más que bienintencionados traten de solaparla mostrando las virtudes y maravillas del gigante azteca, es carne de portada en las televisoras y periódicos del mundo entero.

Un saldo de 28 mil muertos en lo que va de legislatura (cuatro años) con el actual presidente, Felipe Calderón, no puede ser ninguneado ni disimulado con el discurso de "sólo sacan la cara fea de México" y "hay muchas cosas buenas que no quieren contar". Lo siento mucho, amigos de la cara amable, pero la noticia es el horror en el que se ven obligados a sobrevivir millones de mexicanos a diario cuando les sacan los tanques a la calle, imponen toques de queda, se cruzan en una balasera, invitan a tu hijo a una fiesta de cumple del hijo de un narco o mil situaciones a cual más loca que dificilmente podemos imaginar desde nuestra "segura" Europa.

Pero no piensen que les voya a echar un rollo de indignada porque no es el espacio adecuado.

Lo que que quiero mostrarles es un instante en una vida acomodada, ajena al horror y a la miseria. Unas bonitas y elegantes fotos (algunas de autor, se nota) de una celebración de quince años: con sus brillos, sus rasos, sus peinados ahuecados con esmero, su dineral en manicura y maquillaje, los amigos de la festejada posando felices y orgullosos de haber sido invitados, los músicos en plena pachanga (les suena Gloria Trevi, queridos?). Luces, escenario, barra libre sin duda, a todo dar. Un reventón como no hay dos.

La fiesta del año.

Queridos pececillos: así se divierten las hijas del narco¡¡.

Pásmense.

N.B.: Me pido una corona atascada de brillos para reyes.

lunes, 23 de agosto de 2010

La intimidad defendida


No estoy segura pero creo que es el tema de una de las exposiciones de mi mandarín y se me hace un buen título para resumir lo que ha pasado este finde: la defensa de nuestra intimidad.

Hemos empaquetado a Lola por mensajería urgente a la sección "avercuándomeladejas" de la familia. Pues toma. Disfrútala todo el finde que nosotros huimos.

Y nos hemos abandonado al silencio tumbados sobre una piedra, tomando el sol. Nos hemos bañado el río como cuando éramos críos. Hemos subido una montaña hasta llegar al circo de un glaciar. He fumado sin mirar a dónde va el humo. Nos hemos emborrachado. Hemos salido de cenar a las doce de la noche deambulando por el pueblo sin rumbo, sin agobiarnos porque es muy tarde. Hemos visto las estrellas. Hemos hecho ruido.

Y hemos decidido que tener un ratico para nosotros solos de cuando en cuando es fundamental.

La Sierra de Gredos nos ha tratado fenomenal y nos ha regalado imágenes como la de arriba. Es un poco (bastante) triste pero me gusta muchísimo. El Circo Parada en Barco de Ávila. Lo que me gusta es el rollo decadente y melancólico del escenario vacío, como abandonado pero con brillos.

Triste y brillante.

(Creo que sigo bajo los efectos del alcohol, ustedes dispensen)

jueves, 19 de agosto de 2010

Yo no era así (segunda parte)


Aviso: Este post va en serio. He leído una discusión en un foro y les he respondido lo que a continuación detallo con algunas pequeñas rectificaciones.

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Últimamente veo muchas discusiones acerca de la homeopatía lo que me parece muy interesante porque así todos podremos conocerla mejor (para bien o para mal). Yo misma he estado leyendo y oyendo hablar de ella mucho tiempo, antes de decidirme a usarla.

Un amigo mío, su esposa y sus hijos son tratados con medicina homeopática. Él me explicó cómo funciona y yo misma ví cómo se recuperaba de vitiligo, enfermedad que según la medicina occidental no tiene cura (http://es.wikipedia.org/wiki/Vitiligo). Tenía grandes extensiones de su cuerpo totalmente despigmentadas y siendo de piel muy morena, se veía horrible. Pues bien, tras un tratamiento RECETADO POR UN MÉDICO homeópata, al cabo de unos seis meses, apenas quedaba rastro de despigmentación y volvió a lucir su piel morena de siempre.

Yo estoy siguiendo un tratamiento homeopático y me encuentro mucho mejor, y mi hija de 14 meses empezará en breve un tratamiento para fortalecer sus defensas de cara al otoño y su entrada en la guardería.

Se me ponen los pelos de punta de pensar en tratamientos antibióticos que te dejan para el arrastre, el estómago del revés y el hígado de pena. Trataré de evitarlo en lo posible aunque, obviamente, si mi hija o alguien de la familia precisan un tratamiento con antibióticos, se hará porque lo importante es que estemos lo mejor posible.


En la medicina tradicional en occidente, cuando te duele la cabeza, ¿qué haces? te tomas un analgésico, ¿no?, pero no sabes porqué te duele la cabeza, no estás curando la causa: estás tapando el síntoma y dejando de sufrir, con lo cual si es algo más grave sólo se está alargando el problema y agravando, probablemente, sin averiguar y tratar la verdadera causa.

A la mayoría de gente le encanta eso de tomarse la pastillita y que le deje de doler. Si de veras se cura o no, no importa: mientras no se note nada mal por fuera, todo va bien… y luego, van saliendo todas estas pequeñas cosas que se van acumulando despues de años de malas, peligrosas e insalubres prácticas: daños hepáticos, úlceras, gastritis, etc. A la gente le dan jarabes, pastillas e inyecciones en lugar de enseñarles buenos hábitos de vida: les resulta más fácil, las farmacéticas les regalan viajecitos si promocionan sus medicamentos (menos mal que salió la ley del genérico, antes era escandaloso) y el enfermo siente, con su receta en el bolsillo, que no ha hecho el viaje en balde.

En vez de decirnos que dejemos de fumar, que hagamos ejercicio, que bajemos de peso mediante una dieta CONTROLADA y personalizada, que comamos menos harinas, azúcares y lácteos y más fruta, verdura y proteínas de calidad, nos recetan pastillas para bajar el colesterol, para bajar la tensión, para que no te duela la artrosis, para que las contracturas se relajen…

En homeopatía se trata al individuo de una forma global, teniendo en cuenta desde su carácter, su estado físico general, sus hábitos de vida y su estado emocional: todo. No es lo mismo la tensión alta en un señor de 60 años, obeso, gran comedor, sedentario y gruñón que en una ejecutiva de 40 años, delgada, superactiva y con problemas emocionales. ¿A que es algo que nos parece evidente?,  pues a la medicina ocidental le parece lo mismo y les receta la misma pastillita a ambos. Y eso como ponerles la misma chaqueta: a alguno le va a sentar mal.

En la medicina occidental es muy frecuente tratar el síntoma no el origen, por ejemplo, si a un hombre le dan migrañas por una depresión, le administran analgésicos y ya. El dolor desaparece, sí, pero mientras está bajo la medicación. ¿Qué pasará cuándo la deje? ¿y los daños físicos que deja esa medicación?, ¿porqué no se trata y busca el origen del dolor?.

En homeopatía se busca la causa y se trabaja en ella, en el entendido lógico que si se resuelve la causa, se dejarán de sentir los síntomas y para siempre.
No quiero extenderme más para no resultar pesada pero estos y otros motivos son los que me han hecho cambiarme a la homeopatía, estoy contenta y a mí me funciona. Y por supuesto, no me automedico, acudo a mi doctor y él evalúa mi estado y tratamiento.

Quién me ha visto quién me ve: con lo que me ha gustado a mí un lexatín, un miolastán... esas cositas, vaya... y ahora ¡¡aléjate de mí, producto químico¡¡. La crisis de los cuarenta me está pegando duro. Se abre la veda de las críticas. Dénle.

miércoles, 11 de agosto de 2010

Hoy comemos: farfalle a las prisas

Hambrientos pececillos: Qué mejor manera para aumentar el apetito que una rica receta de Chez Tribeca...

Soy de esas afortunadas que pueden comer en su casa y bien que lo hago, pero no siempre tengo todo organizado y las prisas requieren recetas fáciles y rápidas que puedas solucionar con lo que hay en la nevera... pues ésta es una de esas.

Apunten, queridos (para dos personas):

- Farfalle, macarrones o espagueti, penne o lo que les guste. En este caso voy a usar farfalle integral porque es lo que tenía en casa, pero todo sirve.

- Una cebolla grandecita.

- Tomate crudo maduro, dos piezas.

- Olivas negras (de esas latas que hay en el fonde de la despensa).

- Orégano, aceite y sal.

Se pone a cocer la pasta respetando los tiempos de cocción que figuran en el paquete (o no, ustedes mismos) mientras en una sartén mediana se pone a calentar aceite como unas tres cucharadas  soperas, o menos si estamos a régimen. Se pica con soltura y alegría la cebolla en cuadritos pequeños y se llora, porque es lo que único que pide la pobre como colofón a su corta vida, pues demósla gusto hombre...

Se vierte en la sartén la cebolla y se da vueltitas que se vaya haciendo a fuego no demasiado fuerte, más bien medio-alto. Mientras, se pican los tomates en cuadritos pequeños y se colocan en un bol cuidado que no pierda el jugo que sueltan. Se pican también olivas negras al gusto: de una lata, por ejemplo, la mitad está bien.

Se juntan con el tomate en el bol y cuando la cebolla ya está hecha, blandita y un poco dorada se añade el tomate con las olivas. Se dan unas vueltillas, pocas, lo justo para que tome un poco de temperatura el tomate y ya, sazonar con orégano y sal.

Servir la salsa sobre la pasta y a la mesa. A mí me gusta con un poco de parmesano espolvoreado por encima. Este plato es apto para vegetarianos, sanísimo y en unos quince-veinte minutos están comiendo.

Disfruten¡¡

Tengo manía especial a la gente que mezcla en la olla la pasta con la salsa. Y no digamos si encima sirve la olla en la mesa como si estuviéramos en un cuartel. Es algo que queda taaaaaaaaan feo, cutre y me da aspecto sucio. No cuesta tanto emplatar la pasta y servir la salsa por encima centrándola, sin manchar ni salpicar y queda muchísimo mejor: límpio, bonito y apetecible. En la mesa, ni ollas, ni tuppers ni señores sin camisa. Por favor¡¡

viernes, 6 de agosto de 2010

Cartero metafísico

Hace como media hora me ha ocurrido una de estas cosillas que hacen que una pierda la fe en la inteligencia humana. Definitivamente, el día del reparto a alguno le pilló durmiendo. Les cuento, pececillos, en homenaje al blog de una gran recopiladora de perlitas...

Salí a desayunar con mi compañero Charlyboy al café de enfrente de la oficina y de regreso, mientras aguárdabamos a que cambiar el semáforo, veo a un señor funcionario de correos parado en el portal inspeccionando meticulosamente los botones del panel del portero automático. En dicho panel, no todos los pisos están identificados porque un buen tanto pertenecen a una especie de residencia y se agrupan en uno, pero el nuestro sí lo está con el nombre de la empresa y el piso.

Cruzo la calle, me acerco sonriente y le pregunto:

- Disculpe, a qué piso va?
- Al 2º A...
- Estupendo, yo le atiendo, así no tiene que subir.
- Es que no encontraba el piso...
- Ah, pues aquí lo pone -le señalo el botoncito que luce el nombre de mi empresa y el piso- .
- Ya, si lo he visto pero como no conozco el portal no sé si es ese...
- Pero si lo pone y lo ha visto, no entiendo cuál es la duda...
- Que no sé cuántos 2º A hay, ¿ y si no es ese y es otro?  como hay muchos pisos sin identificar y no conozco el portal...
- Hombre, no creo que haga falta conocer todos los portales de Madrid para saber que lo normal es que si tiene que ir al 2º A y pone 2º A lo más probable es que ese sea su destino, no le parece?.
- Pues no, por ejemplo, aquí pone 3º A... me dice el tío, misterioso....
- ¿Y?, pregunto yo ya nerviosita...
- Pues que podría ser el 2º A...

Acabáramos... este hombre disfrazado de humilde funcionario de correos en realidad es metafísico y está en pleno viaje doblando los planos del tiempo y el espacio y me ha tenido que tocar a mí sus desvaríos...

- Pues podría, amigo, pero no lo es.. el 3º A es el 3º A y el 2º A es el 2º A y no le de usted más vueltas, hombre de dios, que hace mucho calor y no tengo ganas de juegos mentales. Me da el paquete?

Me mira el tipo como con sospecha y me pregunta:

- ¿Es usted Trybeca?
- Sí -afirmo con toda la seguridad y aplomo que soy capaz antes de que me invada la ira asesina- lo soy.

Me escanea de arriba a abajo como si fuera Terminator y con sus ojos leyera información fundamental para identificarme. Yo por dentro temblaba y me estaba enfureciendo por momentos, ya me estaba imaginando sus dudas: ¿será ella realmente o me estará mintiendo? ¿le pido el dni? ¿y si lo ha falsificado? ¿como sé que no hay más que una trybeca en este portal?...

Creo que debió adivinar que su vida estaba en peligro si osaba lanzar al aire otra de sus preguntas metafísicas y se decidió a entregarme el paquete no sin firmar antes un recibo, mismo que examinó cuidadosamente a ver si ponía mi nombre realmente o me pillaba en un renuncio.

Cuando entré en el ascensor, camino a mi oficina, solté una carcajada imaginando al tipo cada noche al llegar a su casa y preguntándose: ¿es ésta mi casa o hay otra igual? ¿será ésta mi mujer o un clon? ¡cómo puedo saberlo si no he estado en todos los pisos del edificio¡¡.

jueves, 5 de agosto de 2010

La chica de las rebajas (bloguzz)

Mi amiga T. siempre me ha llamado así, desde hace los más de 25 años que hace que nos conocemos, y lo dice por mi sentido de la oportunidad a la hora de encontrar chollos comprando. Se me da bien, especialmente las compras por internet donde me gusta comprar de a tres cuando encuentro algo que me gusta mucho (para T., para mi hermana y para mí).


Pero lo que más me gusta es que me salga gratis. Así que navegando por ahí encontré que hay empresas que te regalaban productos o servicios a cambio de que los probaras y hablaras en tu blog o en el feis sobre ello. No me digas más¡¡¡, pensé, ahí voy yo¡¡¡.

Y me apunté a bloguzz. Creo que me inscribí a todo o casi, pero el tiempo pasaba y no me seleccionaban para ninguna campaña, así que pensé que yo no les interesaría por lo que fuera y me fuí de vacaciones olvidándome del asunto.

Cuando regresé el lunes a la oficina, sobre mi escritorio, había una caja de Hero Baby con batidos, tarritos de frutas, natillas... os parecerá una tontería pero a mí me hizo ilusión, entre otras cosas porque estas cosas son una pasta que me ahorro y cuando estamos fuera de casa es de lo más práctico llevar un potito que como no necesita frío, no he de llevar el termo que ocupa un montón.

A Lola le encantan, sobre todo las natillas (que acaba de descubrir) y el batido porque acaba de aprender a sorber en pajita y le divierte mucho... si se deja algo, su padre se lo termina. Yo no puedo, desde cría he odiado la textura de los potitos, no tomo leche de vaca y las natillas no me hacen mucha gracia así que su padre se encarga de ultimar las meriendas y lo hace con gran eficacia.

N.B. para pepetenso: cariño, como se te ocurra llamarme vendida, maruja, pantoja o alguna lindeza de las tuyas, las próximas sundaycañas las vas a ingerir por un conducto por estrenar. Amenazando pero con cariño, eh?

miércoles, 4 de agosto de 2010

Un día en la playa

Casi no me acuerdo de cuando iba a la playa toda relajada y provista NADA MÁS de un capacho en el que cabía el mundo... el mundo en el que vivía hasta hace un año.

Porque ahora, queridos pececillos, cualquiera que me viera llegar se debatiría entre la carcajada y la pena. Os lo cuento en plan telegrama que me regresa la sensación de agobio: niña cargada en la cadera - toalla de padre -toalla de madre - toalla de hermano- toalla de Piolín- nevera portátil (cervezas, aguas, zumos, chocolate, sandwiches, frutas, potitos) - silla plegable que te delata definitivamente como madre y te excluye para siempre del olimpo de las tías buenas-palas - pelotas varias de tenis, pinpón, las del vecino - red de pescar tiburones y si no, me cabreo - piscina hinchable en la que me dan ganas de ahogarme- petanca en honor al abuelo- sombrilla que sólo sirve de perchero porque nadie se pone a la sombra, lo sabemos pero seguimos llevándola por cariño o algo... Y el carrito de la nena.

El carrito, lo digo para las madres primerizas, sólo sirve para trasladar todo lo anterior mientras llevas a la niña en la cadera a lo gitanilla. Lo del carrito hasta los topes y más allá de su pobre capacidad es para verlo, amigos. Yo me aferro a mi niña y parapetada tras las gafas de sol, rezo mentalmente: "por favor, que no me encuentre a nadie" porque el look pacomartínezsoria lo llevo mal, queridos... ahí me sale la pija que llevo dentro, lo reconozco.

Ahora, que una vez hinchada la piscina y llenada de agua, la Lola rebozada de arena y feliz gateando a sus anchas, puesta la sombrilla y las toallas extendidas esquivando la sombra, regado alrededor de esto las chanclas, palas, pelotas, petanca, redes y demás y ocupado aproximadamente la mitad de la playa de Toró, mientras nos miran mal los astures que nos rodean, he de confesar que es un verdadero placer abrir la nevera y tomarte una cerveza bien helada mirando el mar.

El glamour, pececillos, se quedó en el paritorio y a cambio me dieron una familia que me da tanta felicidad como una buena cerveza helada cuando el calor aprieta.

Eso sí, si algún día nos ven hagan el favor y ayuden, que la felicidad pesa un chingo¡¡