Desde que tengo uso de razón tuve dificultades para encontrar las cosas que me gustaban. A veces, sólo estaban en mi cabeza y me desesperaba buscando en las tiendas algo parecido a lo que había imaginado. Si bien es cierto que España ha cambiado mucho en estos últimos veinte años y la oferta ha aumentado considerablemente, internet facilita la tarea y nos acerca a nuestra propia casa los objetos de deseo.
Como tengo un trabajo en el que me pagan por estar como si fuera un jarrón (no doy palo al agua, muchachos) dedico mis horas laborales a navegar por esos mares cibernéticos y de cuando en cuando, esta ociosa forzosa encuentra auténticas bellezas. Y ya saben que tengo un corazón generoso y me gusta compartir con ustedes mis pequeños descubrimientos, al igual que otros me los comparten a mí.
En esta ocasión les quiero presentar a
Nicolás Estrada, un joyero de origen colombiano afincado en Barcelona. Este chico, que además es bastante guapetón, realiza unas piezas muy curiosas inspiradas en juguetes infantiles, usando imágenes religiosas, y con un sentido muy crítico hacia la violencia de su país. De este modo, en sus joyas, a la función estética añade una reflexión (voluntaria, oiga, que aquí solo piensa quien quiera) que me parece muy interesante por el objeto en sí: ¿cuándo han visto ustedes a un joyero filósofo?.
No tengo idea si Nicolás Estrada distribuye su trabajo en Colombia, pero no sería nada extraño que si lo hiciera, tuviera entre sus clientes a los jóvenes sicarios que con una mano disparan contra sus víctimas y con la otra besan, devotos, relicarios de los que bebe Estrada para inspirarse.
Que un rosario combine a la virgen de Guadalupe con un revólver, desde una perspectiva en Cali, Medellín o Bogotá, se me hace un objeto de deseo que aúna en perfecta armonía los símbolos que alimentan el cuerpo y el espíritu de esos cuasi adolescentes destinado a morir antes de tiempo.
Ese mismo objeto, desde una perspectiva europea, es una irónica y negra metáfora de una realidad terrible en la que viven millones de personas, pero en forma de adorno que nos colgamos al cuello para ir a bailar en los clubs de moda mientras lo exhibimos como gadget de culto.
Yo soy de estas, lo reconozco. Soy una gilipollas que se queda fascinada ante un collar de revólveres y anhela verlo colgado de su largo cuello. Y que comprende la ironía, y que es consciente de la realidad y todo eso, pero desea tener un rosario con su virgen y sus ametralladoras de juguete bañadas en oro.
Nicolás Estrada ha sido mi descubrimiento en un área, la joyería, que me parece anquilosado, transnochado y aburridísimo. Su obra me abre el apetito por materiales como el oro que siempre habían estado asociados en mi imaginario con el look marbellí y las joyerías de barrio obrero (aborrezco el oro salvo en los pendientes de las gitanas, los collares de las peruanas que tan bien copia Dior y alguna cosita de Pomellato). Hace falta un poco de aire fresco, de transgresión, de imaginación y atrevimiento para llegar a un mercado de gente que, como yo, no usamos joyas por no encontrar nada que nos agrade.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Cuenca, si hay alguien en la sala que esté interesado en contratarme como blogger para que escriba lindezas de sus productos o de cualquier otra cosa, que se comunique con su servidora para que le fije, limpie y de esplendor a lo que sea menester. Y todo, sin que interfiera con mi no-trabajo, oiga. Una ganga.
5 comentarios:
Esto va tomando color....
1beso
De esto:
"les quiero presentar a Nicolás Estrada, un joyero de origen colombiano afincado en Barcelona. Este chico, que además es bastante guapetón, realiza unas piezas muy curiosas inspiradas en juguetes infantiles, usando imágenes religiosas, y con un sentido muy crítico hacia la violencia de su país"...
Pero que tu no te has enterado que los migrantes sólo llegan a España a prenderse fuego y hacer de gamberros?
La pregunta ofende, lo sé, pero no es nada ni remotamente parecido a lo que he leer en otras partes... Como siempre, es refrescante llegar a un lugar donde quien escribe, escribe pensando... Muchas gracias
Desde luego veo que has tomado carrerilla en tu nueva casa...
Oí hablar de Nicolás Estrada en alguna parte...
Un beso grande
"Hoy les quiero presentar a Lampinho, con quien hicimos la Bossa Nostra una mañana en la que paseabamos por la praia de Copacabana..."
Joder, cómo mola su avatar, srta.
Por cierto, que diantre es un Migrante??
Pues sí, queridos, va tomando color y carrerilla...
My dear necio, mi pareja es emigrante, muchos de mis amigos también, así que como puedes imaginar mi visión de la emigración dista mucho del discurso ignorante y barato de inmigrante=ladrón=maleducado y todas las pendejadas que suelen soltar los escoraditos a la derecha.
Muchas gracias a tí, por leerme, faltaría plus.
Mondo (Lirondo), usté como siempre por los cerros de Ubeda... que yo hablo de Colombia, pues usté de Brasil... por cierto, qué es un avatar? se refiere a mi granada, tierra llorada por mí?
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